miércoles, 4 de agosto de 2010

¿QUE PENSABA UN CRIOLLO?



Muchas y vivas fueron entonces nuestras diligencias para reunir los ánimos y proceder a quitar las autoridades, que no sólo habían caducado con los sucesos de Bayona, sino que ahora caducaban, puesto que aun nuestro reconocimiento a la Junta Central cesaba con su disolución, reconocimiento el mas inicuo y que había empezado con la venida del malvado Goyeneche, enviado por la indecente y ridícula Junta de Sevilla.

MANUEL BELGRANO

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